❝Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de maldad.❞ Lucas 11:39.
Dos sujetos en el mismo espacio laboral, realizando la misma tarea, con la diferencia de que uno está en un nivel «supra superior» que el otro, y al parecer esa diferencia en el nivel ha prevalecido al momento de aplicar “sanciones” al uno y al otro, en este caso nos referimos a la situación de la megaestrella del Béisbol de las grandes ligas, el lanzador y bateador designado Japonés Shohei Ohtani y el chamo Venezolano Tucapita Marcano, quienes se han visto involucrados en asuntos de apuestas deportivas, lo cual viola las reglas establecidas en la MLB.
Recordamos que el gran «delito» que ha desterrado de por vida el ingreso al salón de los inmortales de
Cooperstown, al líder en hit de todos los tiempos de las Grandes Ligas (4,256), Pete Rose, quien en 1989 fue acusado de involucrarse en apuestas que eventualmente perjudicarían los resultados de su equipo, los Rojos de Cincinnati.
¿Cómo se puede explicar de forma razonable que de una cuanta personal ajena se puedan pagar 16 millones de Dólares de apuestas ilegales, con pagos frecuentes de hasta 500 mil Dólares, que según dicen investigadores, realizaba el intérprete Ippei Mizuhara, desde la cuenta personal de Shohei Ohtani, y este no se percatara de tal situación?, tendríamos que colegir, o que Shohei Ohtani es demasiado INGENUO, o que simplemente le buscaron la vuelta al asunto y se lavó la ropa en casa.
Mientras, en el caso de Ohtani, el culpable de ser un ladrón, apostador, inescrupuloso y abusador termino siendo su intérprete y amigo de «confianza» Ippei Mizuhara, y la megaestrella Nipona termino siendo la «víctima».
Diferente a Ohtani, Tucapita Marcano, no corrió con la misma suerte y sanción, cuando la MLB anunció el pasado martes la suspensión permanente del jugador venezolano, «por violar las reglas y políticas de apuestas deportivas de la MLB, incluida la Regla 21(d)(2)», según la MLB, Marcano apostó más de 150,000 dólares en béisbol, de los cuales 87,319 dólares fueron en apuestas relacionadas con la MLB (un promedio de aproximadamente 378 dólares por apuesta).
¿El estatus hace la diferencia a la hora de juzgar y castigar?
Al parecer, y es una suposición de nuestra parte, el nivel deportivo y estatus entre Shohei Ohtani y Tucapita Marcano, incidió a la hora de tomar decisiones, mientras el nipón cuenta con el hasta ahora el contrato más caro de la historia del deporte, de 700 millones de Dólares, en un mercado multimillonario como el de Los Ángeles, California, lo que significa miles y miles de millones de Dólares en ganancias, en publicidad, entradas a los estadios y todo lo que involucre, obviamente esa «Mina de oro» no se puede perder, y toda la culpa recayó en el VICIOSO y desaprensivo Ippei Mizuhara, y de eso San Shohei, no tenía ni idea.
Mientras Tucapita (ni el nombre lo ayuda), un jugador del montón, que muy probablemente en los juegos que participaba, solo eran vistos por sus familiares en Venezuela, para disipar sus penas y calamidades a las que están siendo sometidos por el «férreo régimen Chavista», un CHAMO que se entretenía apostando en juegos de los Piratas de Pittsburgh, mientras estaba en la lista de lesionados del equipo, creo que hasta poco hicieron con suspenderlo de por vida de la MLB, cuando lo correcto era sentenciarlo a pena de muerte.
Estamos de acuerdo en que toda violación tiene que ser sancionada, pero como dice la MONJITA, que sea para todo/as a partes iguales, y nos preguntamos ¿Las reglas son aplicables para todos? O ¿es ai sigún?
Hay que ver cosas.
Por: Bienvenido Checo,- @BienvenidoR_D
@bienvenidocheco
bienvenidocheco@hotmail.com
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