Es miembro de una familia de músicos del pueblo.
Muchos crecimos viéndole tocar el trombón en la glorieta del parque todos los domingos.
Inició su carrera a los 17 años, hoy tiene 88 y el trombón ya es muy pesado para su edad.
¿ Qué espera este artista de Pimentel que entregó su vida a este trabajo en la banda municipal de Pimentel? Que le tomen en cuenta sus años de servicio y entrega y le concedan una pensión. Tiene méritos de sobra para ello. Hace rato que la merece y la necesita. Da lástima que al final de una carrera de servicio público tenga que reclamarse apelando a los medios porque las autoridades se hacen indiferentes ante el mismo. Indigna su reclamo porque refleja el grado de desprotección que existe hacia este tipo de trabajo en la comunidad.
Pero al mismo tiempo resulta inexplicable que las autoridades del ayuntamiento de Pimentel no puedan socorrerle y acompañarle a canalizar su pedido ante la institución competente en estos casos.
Nos hacemos eco de esta injusta situación, esperanzados en que desde cualquier instancia oficial alguien se sensibilice y complazca a este señor, que después de poner al servicio del pueblo su arte por tantos años, ya no puede seguir y pide una mísera pensión que le ayude por lo menos a la compra de sus medicamentos.
La condición primaria de una pensión debe ser la de incapacidad por longevidad y este compueblano, además de sus años de servicios públicos, ya sobrepasa la edad para merecerla.
Pienso que esta es una aspiración justa y digna.
Pedimos un SOS por Andrés María Pérez.
Por: Heddel Cordero,-
@HeddelCordero
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