Aunque la campaña se focalizó, primordialmente, en las ciudades con alta incidencia de contagios, como la capital, San Cristóbal, Peravia y Azua, su impacto fue tal que logró inocular a más de 400,000 personas.
Dados esos resultados, que confirman el liderazgo hemisférico ganado por el país en materia de vacunación, conviene extenderla en su original formato por varios días más, abarcando otros focos igualmente preocupantes.
Ya hemos logrado aplicar, según las estadísticas del sábado, pendiente de actualización, un total de cinco millones 115,370 dosis, de las cuales un millón 330,909 corresponden a la segunda dosis.
La vacunación, tanto en su formato regular como en el especial de estos últimos cuatro días, es tarea crucial para alcanzar la inmunidad de rebaño, que es como poner los límites para acorralar y mitigar el coronavirus.
Esta campaña especial ha puesto en evidencia la voluntad de los ciudadanos de acogerse a esta vía de la prevención inmunológica, asistiendo masiva y ordenadamente a los puestos de vacunación.
El presidente Luis Abinader y su esposa Raquel se han puesto en la primera fila del proceso, alentando a los ciudadanos a vacunarse, si no lo han hecho, para proteger su salud y la de los demás.
El momento exige que toda la sociedad cumpla con este deber, así como el de respetar cuantas medidas de carácter restrictivo deba tomar el gobierno para luchar contra una pandemia agresiva con vocación mortífera.
Esta lucha tenemos que librarla con la fe puesta en la capacidad de los dominicanos para superar, a través de la historia, sus más difíciles disyuntivas, y la clave está en la vacunación, en el distanciamiento físico y en la higiene continua, sin dejar de usar mascarillas y cualquier otro protector de utilidad.
Tomado del editorial dede la fecha ;-
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