Villa Vásquez,- De un próspero y decente negocio a uno donde
ahora acuden pocos clientes, pasó la barbería El Maná, en Villa Vásquez,
luego que un grupo de agentes de la Dirección Nacional de Control de
Drogas (DNCD) y una fiscalizadora del Ministerio Público cometieran
irregularidades en un allanamiento en ese establecimiento.
Los cuatro jóvenes que dependen de la peluquería, explican que fue un
negocio montado a base de préstamos, los cuales hoy no saben cómo
pagarán ante la disminución del flujo de clientes.
Esta situación la atribuyen a que la gente, al igual que ellos,
piensan que en cualquier momento podrían ser víctimas de alguna
represalia por la exfiscal o los agentes que hoy están bajo
investigación a raíz de que se viralizara el vídeo tomado por sus
cámaras.
Todo empezó el pasado viernes 2 de agosto. La situación trascurría
como de costumbre, cuando a las nueve de la noche, un grupo de agentes
de la DNCD acompañados de la fiscalizadora Carmen Lisset Núñez Peña,
arribaron desde el municipio cabecera de Monte Cristi, hacia el
municipio Villa Vásquez, a bordo de dos carros Hiunday modelo Sonata
color blanco, uno de ellos sin placa, vehículo con el que opera la
dotación de la agencia antidrogas en la provincia.
La fiscalizadora operaba desde una pequeña oficina del Ministerio
Público ubicada en el Palacio de la Policía Nacional de Monte Cristi,
donde también opera la DNCD, más otro local que esa institución tiene
próximo al Palacio de Justicia de esa jurisdicción.
En la semana que ocurrió el allanamiento, Núñez Peña estaba de turno.
Podía actuar en los seis municipios de la provincia, según se
requiriera.
Los jóvenes agradecieron todo el apoyo que han recibido de quienes se
han solidarizado con ellos a raíz del escándalo; sin embargo, añoran
que algún día su negocio pueda volver a la normalidad. No descartaron
someter por daños y perjuicios a la exfiscal, puesto que aseguran que su
vida ha cambiado después de la situación, tanto a nivel moral como
económico.
Mientras un equipo de Listín Diario recorría la zona, las denuncias
llovieron sobre la práctica de implantación de drogas a jóvenes.
Todos los testimonios coincidieron con el mismo método de operación y con las mismas tarifas.
Las cámaras cambiaron todo
Reacciones. “Cuando le dijimos a esa mujer que aquí
había cámaras y la vio, no hallaba qué hacer, me quería quitar el
celular, porque pensaba que estaba sincronizado con la cámara, luego le
dije que no, que los discos duros no estaban aquí, y ella me dijo que se
los buscara”, narra uno de los barberos, sobre la discusión que se
llevaba a cabo y que se percibe en el vídeo.
“¿Tú crees que si nosotros vendiéramos droga tuviéramos nosotros
mismos una cámara en el local grabándolo?”, cuestionó uno de los
propietarios del negocio al reportero de Listín Diario mientras era
entrevistado.
El caso aún está bajo investigación en manos de la Inspectoría
General de la Procuraduría General de la República. Inmediatamente se
difundió el vídeo, el Consejo Superior del Ministerio Público procedió a
suspender temporalmente a la fiscalizadora.
En cuanto a la DNCD, la dotación fue cambiada, y quien la comanda es
un oficial que va desde Santiago, hasta ahora conocido como “el mayor
Reyes”. Agentes asumieron hace pocos días.
Por Martín Adames ,-
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