“¿Qué calle? ¿Usted está loco?, Eso es un disparate”, “Les tiramos bombas lacrimógenas, igual que le tiramos a Leonel (Fernández) aquella vez que hubo que llevarlo a una clínica”, con estas destempladas e inapropiadas expresiones, responde el expresidente de la república, Ing. Hipólito Mejía, a la pregunta de periodistas sobre la posición de algunos partidos políticos de lanzarse a las calles en protesta por la resolución emitida por la Junta Central Electoral (JCE) que aborda el tema de las reservas de candidaturas.
Al parecer, y tal como reza el refrán ❝Perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevo❞., expresión que se utiliza para definir a aquellas personas que se muestran obstinadas y tercas, que bajo ninguna circunstancia cambian sus costumbres.
Se dice y está comprobado que de la política nadie se retira, en los países del occidente avanzado, sin incontables los casos de políticos octogenarios y hasta nonagenarios que mueren a esas edades aun ocupando una curul o escaños en los parlamentos de su país, en muchos casos esos longevos políticos se revisten de la condición de entes de consultas, hasta multipartidarias, aquí en República Dominicana podemos mencionar al más reciente de esos entes, a sus 94 años Joaquín Balaguer, luego de agotar su último intento por alcanzar la presidencia de la república en el año 2000, en sus últimos 2 años de vida fue frecuente ver a políticos de todos los partidos visitando la casa número 25 de la avenida Máximo Gómez.
Mientras, a sus 82 años, Hipólito Mejía sigue siendo un ente de conflictos, tanto a lo interno de su partido PRM, ya que en ese partido o él participa en los "juegos de repartición de los cargos de ese partido o se rompe la baraja".
Es evidente, que el expresidente Mejía, vive en una burbuja que se creó a partir del 1998, cuando la población le celebraba sus ocurrencias y chistes de muy mal gusto, no parece que lo más conveniente para el gobierno sea salir a tirar bombazos y/o reprimir a la oposición, tal y como al parecer ordeno Hipólito Mejía, aquel viernes 24 de noviembre del 2000, donde "una reseña de la edición impresa del periódico “El Siglo” del 25 de noviembre del año 2000, cita un documento donde el exmandatario (Leonel Fernández) tenía la intención de entregarle una comunicación al entonces procurador Virgilio Bello Rosa que establecía: “Desde que el PRD llegó al poder el 16 de agosto de este año (2000), ha habido un acoso sistemático contra funcionarios del pasado gobierno, algunos de los cuales son altos dirigentes del PLD”. Que "Justo el día antes, Fernández asistiría a la explanada de la sede del Ministerio Público junto a miembros del comité político del partido morado con la intención de “concesionarse en prisión”, lo cual generó un enfrentamiento con unidades de la Policía Nacional, que repelieron a cientos de peledeístas mediante bombas lacrimógenas y macanazos, al tiempo que impidieron la entrada del exmandatario a la Procuraduría". Tomado del artículo "El día que Leonel fue a la Procuraduría “a hacerse preso por acusaciones de corrupción”, del periodista Amaury Mo, Dic 22, 2021, periódico digital "ensegundos.do".
No hay que ser adivino, y partiendo de las recientes expresiones de Hipólito Mejía, intuir que ese vergonzoso hecho del 2000, fue una orden directa de él.
Es una pena que a sus 82 años, el señor Mejía, más que un ente de consulta, continúe siendo la parte conflictiva y discordante, en nuestro frágil y vulnerable sistema político partidario, su odio enfermizo y patológico contra Leonel Fernández, le impiden distinguir, entre lo político, personal y razonable.
@BienvenidoR_D
bienvenidocheco
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