Sin tratar de hacernos pasar como conocedores de ciencias médicas, anatomia humana, psicologia ni nada que se parezca, con mucha alegría hemos visto la llegada de la primera dama de Haiti, Martine Moise a ese país.
No presumiremos de conocedores de sistemas de seguridad para proteger a testigos de casos de asesinatos, máxime cuando se trate de un magnicidio, como el ocurrido la madrugada del miércoles 7 de julio en contra del presidente haitiano Jovenel Moise, supuestamente a cargo de mercenarios colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano.
Vamos por partes "Como JACK"; inicialmente se dijo que la primera dama había fallecido junto a su esposo, habiendo recibido este 12 impactos de balas en distintas partes del cuerpo, incluyendo la extirpación del ojo izquierdo, según dicen hay evidencias de torturas crueles al asesinado presidente, con la rotura de un brazo y piernas, de la primera se cuenta que recibió impactos de balas y fue golpeada fuertemente en la cabeza con botas militares, al punto que según relata la dama, la golpearon tan fuerte para ver si ella estaba viva.
La trasladan a un hospital de la ciudad de Miami en estados unidos, donde se llegó a pedir hasta 60 pintas de sangre "reportes periodísticos" dado su delicado estado de salud.
Pero de forma milagrosa el miércoles 14 de julio a escasos 7 días del cruel ataque la señora Moise comienza a describir con lujos de detalles a través de un audio publicado en su perfil oficial de Twitter, las atrocidades que ella y su esposo sufrieron la madrugada del magnicidio, sus hijos salieron ilesos (gracias a Dios), no hay un guardia presidencial muerto, ni mucho menos con algún rasguño después de tan cruel refriega.
Ayer Sábado 17, a 10 días de sufrir esas atrocidades, Moïse fue recibida por el Primer Ministro Claude Joseph, en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture en Puerto Príncipe, capital haitiana, el Primer Ministro a quien irónicamente Jovenel Moise, había sustituido en el cargo el mismo día en que fue asesinado, y a quien en algún momento se le ha señalado en reportes periodísticos de formar parte del complot de magnicidio. La primera dama bajó del avión por su propio pie, usaba un chaleco antibalas, llevaba el brazo izquierdo en cabestrillo y vestía de negro en señal de luto, Suponemos que la señora Moise es la mejor testigo que pueda tener cualquier fiscalía en Haití o en el mundo para describir los hechos, y eso de exponerla públicamente aunque sea con chaleco antibalas, honestamente no lo entendemos.
De mi parte confieso a toda sinceridad, que esta película con diferentes relatos será larga, mostrenca, suspenso, engaños y traiciones, pero que al final el presidente Jovenel Moise, será el muerto y Haití seguirá siendo Haití. Asi que les recomiendo comprarse par de sacos de maiz de los que se usan para hacer palomitas, y que cada quien saque su coclusion personal sobre esta trama.
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